Cuando hablamos de Yoga, muchas personas piensan primero en las posturas físicas, en la flexibilidad o en el cuerpo. Pero el Yoga es mucho más que eso: es una filosofía de vida, un camino de autoconocimiento que nos invita a conectar con lo esencial.
Practicar Yoga no empieza cuando colocas la esterilla en el suelo, sino cuando decides respirar con consciencia, escuchar lo que sientes y estar presente en cada instante.
El Yoga en lo cotidiano
El verdadero Yoga ocurre:
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Cuando respiras antes de reaccionar.
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Cuando eliges la calma en lugar de la prisa.
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Cuando agradeces lo simple.
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Cuando sientes que cada respiración es un puente entre tu cuerpo, tu mente y tu espíritu.
No se trata de lograr la postura perfecta, sino de encontrar el equilibrio dentro de ti. Las asanas (posturas) son solo un medio para aquietar la mente y preparar el cuerpo para la meditación y la vida consciente.
La unión como esencia
La palabra Yoga significa unión. Unión entre cuerpo, mente y alma. Unión entre lo que haces, lo que piensas y lo que sientes.
Es un recordatorio constante de que somos parte de algo más grande, y que al volver a nosotros mismos, también volvemos al Todo.
Practicar Yoga es cultivar presencia, humildad y entrega. Es abrir el corazón a la experiencia de ser.
Un recordatorio
Cada día puedes practicar Yoga, incluso sin moverte de tu lugar:
Respira.
Observa.
Agradece.
Ahí, en ese instante de conexión, el Yoga está vivo.
Si sientes que este mensaje resuena contigo
Te invito a seguir explorando este camino.
En mis clases de Hatha Yoga en Icod de los Vinos (Tenerife Norte), cultivamos la presencia, la calma y el equilibrio interior desde el respeto y la consciencia.
El Yoga no es algo que hacemos… es algo que somos.