Varios científicos estudian actualmente la relación entre la meditación y la estructura física del cerebro. Desde tiempo atrás se sabe que esta práctica tiene efectos favorables en la salud psicológica de las personas que la practican porque baja los niveles de ansiedad, ayuda a la concentración y brinda beneficios similares a los que tiene el sueño. Pero ahora, además, se ha descubierto que las personas que meditan regularmente desde hace años han generado una capa más gruesa de células en la corteza cerebral. Los neuro-científicos observaron que la corteza cerebral desarrolló más conexiones entre las neuronas que las que se realiza en cerebros de personas que no han meditado en su vida y que, entre más tiempo se llevan practicando esta actividad, mayor es la cantidad de “sinapsis” (relaciones entre células cerebrales) que se realizan. El resultado más impresionante del estudio fue observar que, entre más tiempo llevaba el individuo con esta práctica, más relaciones neuronales generaba y que esto era muy notorio contra los sujetos que nunca habían practicado la meditación.Las áreas en las que más neuronas se habían generado tienen que ver con las funciones mentales del cerebro: pensamiento, memoria, juicio y decisión.